Soy... eres.

Soy todos y cada uno de vosotros, soy todo aquello que detesto.
Ese ser ruidoso que no atiende al respeto, tus pensamientos más horribles.
Soy aquel sentimiento de culpa en el momento en que recuerdas que sabías que lo que estás haciendo se aleja de tus principios.

No os soporto y por lo tanto no puedo ni verme, tanto ruido en mi cabeza y empiezo a preguntarme si soy real o algo bastante desagradable me ha creado para haceros peores de lo que ya se supone que érais.

Soy aquel que la presiona para que lo llegue a querer, soy aquel que no la quiso y utilizó su cuerpo tan lleno de amor. Soy la falsa musa que me encandiló con malos sonetos, de mentira, pasajeros.

Soy el humo de tu cigarro, soy un rato largo, tu aburrida vida, una quimera... como un mal día.

Soy la mentira...

Prefiero alejarme de ti, mi eterno desconocido... estamos contagiados el uno del otro, de nuestras malas artes, de nuestra miseria, si me voy volverás a sonreir.

Renacer, eso es lo que quiero para ti, aún me queda una pizca de humanidad, aún sueño por y para ti y siempre lejos de mí, mejor.


Es el último acto de bondad que me quedaba... y es para ti.

Desorden

Sin medidas, sin nada que me haga hablar con tabúes, solas tu alma y la mía vagando sin encontrarse, porque tú lo quisiste.

Aún conservo tus marcas en la piel, las celestiales marcas de tus labios que me creen indigna de sus años.

Ya no me consuela que aparezcas cuando menos me lo espero para darme unas horas de ti y vuelva a despedirme para comenzar la etapa llena de porqués.

No es ella lo que me separa de ti, tiene todo lo que yo quiero pero eres tú quien decide donde estar.

No te convoco para que vuelvas, todo lo contrario, quiero que desaparezcas. ¡Difumínate!

Él me ama por lo que soy, nada en mis ojos y soy su maldita musa... una musa indiferente y llena de heridas, una musa que  le hará rendirse harto de esta pesadilla. Y no sentiré nada, solo la desdicha de que toda esta historia absurda ha derrotado a más de un alma y el culpable la tiene hueca ¡Menudo Títere!

Y ésta criatura comenzó éste texto queriéndote recuperar como fuese, después lo analizó todo y vio que necesitaba escalar aquella cima por ella misma.

¿Loca? me lo han llamado muchas veces y quizás sea la única manera de explicar este desorden...